El Asperger es un Trastorno del neurodesarrollo, un perfil cognitivo-social que presentan un grupo de personas dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA).
Comienza en las etapas tempranas y se mantiene durante toda la vida. Estos niños, adolescentes y adultos tienen características como:
- Relaciones interpersonales caracterizadas por la lealtad y la sinceridad.
- Entusiasmo por intereses únicos y temas de conversación originales.
- Palabras libres sin intereses ocultos y sin dobles intenciones, así como falta de conciencia de las intenciones de otros.
- Una memoria excepcional y saber enciclopédico en muchas ocasiones.
Acompañado de dificultades para:
- Comprender las emociones y sentimientos de los demás, sus expresiones faciales, miradas.
- Adaptarse a las sutilezas del contexto social donde viven en beneficio de los demás.
- Entender las bromas e ironías.
- Muestran mayor interés por las rutinas, con cierta inflexibilidad cognitiva y comportamental.
- Dificultades para mantener amistades con sus iguales.
- Dificultades para llevar y mantener el ritmo normal de una conversación.
- Características de comportamiento relacionados con rasgos repetitivos o perseverantes.
- Torpeza motora.
- Hipersensibilidades a sonidos fuertes, colores, luces, olores o sabores.
El síndrome de Asperger es un trastorno muy frecuente (de 3 a 7 por cada 1000 nacidos vivos) que tiene mayor incidencia en niños que niñas.
La persona que lo presenta tiene un aspecto e inteligencia normal, frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas, pero tiene problemas para relacionarse con los demás y presentan comportamientos inadecuados.
La persona Asperger presenta un estilo cognitivo distinto. Su pensamiento es lógico, concreto e hiperrealista. Su discapacidad no es evidente, sólo se manifiesta al nivel de comportamientos sociales inadecuados proporcionándoles a ellos y sus familiares problemas en todos los ámbitos.